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El BCE se prepara para bajar los tipos en junio, según las actas

FILE PHOTO: ECB building in fog, in Frankfurt

FRÁNCFORT, 10 may (Reuters) -La inflación de la zona euro va camino de volver al 2% el año que viene, por lo que los responsables del Banco Central Europeo llegaron el mes pasado a la conclusión de que probablemente estarán en condiciones de recortar los tipos de interés en junio, según se desprende de las actas de su reunión de abril.

El BCE mantuvo el mes pasado los tipos de interés en su nivel récord, pero dejó claro que su próxima medida será un recorte, probablemente el 6 de junio, siempre que los datos salariales y de inflación se mantengan en su senda actual, relativamente benigna.

"Se consideraba plausible que el Consejo de Gobierno estuviera en condiciones de empezar a relajar la restricción de la política monetaria en la reunión de junio", dijo el BCE en el informe de la reunión de los días 10 y 11 de abril, publicado el viernes.

Los responsables de la política monetaria parecían tan confiados en las perspectivas que algunos incluso abogaron por empezar a relajar la política monetaria en abril, una sugerencia que finalmente fue rechazada por una amplia mayoría, que abogó por la paciencia hasta que se conocieran más datos sobre salarios y precios.

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Los pocos disidentes argumentaron, como describió el mes pasado la presidenta del BCE, Christine Lagarde, que los tipos del BCE seguirán restringiendo la economía incluso después de un recorte inicial, por lo que el endurecimiento de la política anterior seguirá repercutiendo sobre la economía.

En las semanas transcurridas desde la reunión de abril, los responsables de la política monetaria han confirmado que el recorte del 6 de junio es prácticamente un hecho, pero que la trayectoria de los tipos más allá de esa fecha es incierta, dada la volatilidad de la inflación y el posible retraso de la Reserva Federal de EEUU en sus propios recortes de tipos.

La mayoría, sin embargo, sostiene que el de junio no será un recorte único y singular, aunque el calendario de los próximos movimientos no debería estar predeterminado de antemano, para dar flexibilidad a los responsables de política monetaria en caso de cambios bruscos en las condiciones económicas.

En otro pequeño cambio en su mensaje, las autoridades del BCE consideran ahora que el coste de no alcanzar el objetivo de inflación es el mismo que el de sobrepasarlo, lo que supone un cambio de opinión para muchos de los que sostenían que el mayor riesgo era un crecimiento demasiado rápido de los precios.

"El riesgo de no alcanzar el objetivo de inflación y tener que pagar un precio demasiado alto en términos de descenso de la actividad se considera ahora al menos tan alto como el riesgo de actuar demasiado pronto y superar el objetivo a medio plazo", añadió el BCE.

Los mercados prevén ahora hasta tres recortes de tipos este año, o dos después de junio, muy probablemente en septiembre y diciembre, cuando el BCE publique también nuevas proyecciones económicas.

La inflación de la zona euro se mantuvo estable en el 2,4% el mes pasado y se espera que oscile en torno a este nivel durante el resto del año, antes de volver al objetivo del 2% del BCE en 2025.

Los responsables de política monetaria hicieron hincapié a lo largo del acta en que los datos entrantes seguían confirmando las propias proyecciones del banco, lo que aumentaba la confianza del BCE en la calidad de las previsiones tras unos años accidentados en los que estas cifras se alejaban de la realidad.

Aunque el BCE ha declarado públicamente que su política monetaria no dependía de los movimientos de la Reserva Federal, las decisiones tomadas por el mayor banco central del mundo repercuten en las condiciones de financiación de todo el planeta, lo que limita la libertad del BCE, ya que un aumento del diferencial de tipos debilita el euro y empuja al alza la inflación importada.

(Información de Balazs Koranyi; editado por Toby Chopra; editado en español por Javi West Larrañaga y Mireia Merino)