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Presión internacional crece sobre Argentina en el caso YPF-Repsol
La presión internacional siguió creciendo sobre Argentina tras la decisión de expropiar parcialmente a la petrolera YPF-Repsol, mientras que la acción de la compañía se derrumbaba en los mercados.
Estados Unidos se mostró "muy preocupado" por la expropiación anunciada el lunes por el gobierno de la presidenta Cristina Kirchner, en palabras de un portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner.
"Francamente, mientras más analizamos esto, más lo vemos como un acontecimiento negativo", dijo en rueda de prensa Toner sobre la expropiación, que ya la secretaria de Estado, Hillary Clinton, había señalado que Buenos Aires tendría que justificar.
Washington tiene sus propios conflictos con Argentina a causa de rupturas de contratos sufridas por empresas estadounidenses, que llevaron el mes pasado a la suspensión del país sudamericano de un sistema de preferencias arancelarias estadounidense.
Asimismo, fondos de inversión norteamericanos adelantan procesos judiciales en Estados Unidos en busca de cobrar los adeudos en mora de Argentina tras el default de 2001. Varios acreedores privados no se adhirieron a los canjes propuestos por Buenos Aires.
Estados Unidos espera que Argentina "normalice sus relaciones con la comunidad financiera internacional", dijo Toner.
En parecidos términos se expresó el secretario general de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), José Angel Gurría.
La decisión anunciada por Argentina el lunes "tiene una impacto negativo respecto a los inversionistas, en cuanto a la imagen del país", advirtió.
El presidente de la petrolera española Repsol, Antonio Brufau, advirtió al gobierno argentino que deberá pagar el "justiprecio", que valora en más de 10.000 millones de dólares.
Brufau dijo que exigirá "una compensación a través del arbitraje internacional" que deberá "ser al menos igual" a ese valor.
Argentina tiene varios casos pendientes ante el Centro Internacional de Resolución de Disputas (CIADI) del BM, encargado de resolver disputas entre países e inversores.
La línea de argumentación de Buenos Aires en esos casos es que le corresponde a su propia jurisdicción interna decidir cómo compensar a los demandantes, lo que puede retrasar la resolución durante años.
En el caso de YPF, Argentina acusa a Repsol de endeudar a la compañía por unos 9.000 millones de dólares.
El gobierno justificó su decisión argumentando que la producción de hidrocaburos de la empresa se estancó y obligó al país a duplicar las importaciones entre 2010 y 2011, con una perspectiva para 2012 de llegar a los 12.000 millones de dólares de compras en el extranjero.
En su primera decisión desde el lunes, los interventores de YPF anunciaron este miércoles que decidieron aumentar 5% la refinación de crudo.
Argentina deberá aclarar "el proceso a través del cual se va a hacer ese proceso de transferencia de propiedad. Cómo se manejan esos litigios, si en el ámbito doméstico o internacional", dijo el economista para Amérca Latina del BM, Augusto de la Torre en rueda de prensa para presentar las perspectivas para la región en 2012.
Mientras tanto, la agencia de calificación crediticia Moody's amenazó con rebajar la nota de Repsol, colocándola bajo vigilancia negativa.
Los papeles de YPF se derrumbaban al cierre del mercado en Buenos Aires, con una caída del 24,07%, y una caída de 32,72% en Nueva York.
El Senado argentino anunció que tratará el miércoles el proyecto de expropiación del 51% de las acciones de la petrolera YPF.
