Yahoo Finanzas El 'efecto Melania Trump': florece el turismo en su pueblo natal
Aunque parece ser que Melania Trump hace muchos años que no visita su pueblo natal, Sevnica sí que está aprovechando la popularización de su imagen para beneficio de la localidad, de los comerciantes de la zona y de sus mismos habitantes.
El pintoresco pueblo industrial de alrededor de 5.000 habitantes, a 86 kilómetros al Este de Liubliana, la capital de Eslovenia, empezó a llamar la atención de los medios de prensa y de las agencias de turismo sobre todo a raíz de la victoria del multimillonario Donald Trump en las elecciones de 2016.
Hasta entonces la gran masa de viajeros les prestaban su atención a otros pueblos y ciudades de toda Europa, pero no a este pueblito de montaña ni a la región circundante de Posavje. Sin embargo, con la irrupción de Melania (originalmente Melanija Knavs) en el panorama mediático mundial, las cosas han cambiado.
Ahora los paquetes turísticos proponen una visita a la Escuela Primaria Savo Kladnik, donde la actual Primera Dama hizo sus estudios iniciales.
Janez Levstik, un obrero jubilado que ahora dirige las “giras Melania Trump” por la ciudad, recuerda para CNN a la primera dama cuando una “niña agradable” y “buena en la escuela”.
“Desde muy jovencita, Melania era modelo en Jutranjka ya que su madre la llevaba allí para probarle la ropa que ella había diseñado”, relata Levstik mientras señala los bloques de apartamentos de la fábrica donde vivía la familia.
Ahora, además del tour por la ciudad, los curiosos van al Café Julija, ubicado en la calle principal, donde venden el delicioso pastel de “Melania” hecho con una manzana y almendras en una armazón de chocolate blanco.
Por su parte, la panadería y cafetería Kruhek ofrece la Prva Dama, traducida como “primera dama” en esloveno, una tarta de manzana, con una “M” a relieve y una pequeña bandera estadounidense, a un precio de dos dólares.
De igual manera, al visitar el castillo de Sevnica, una construcción del siglo XIII que se erige imperiosamente en el centro de la ciudad, los turistas pueden comprar varios souvenirs en homenaje a la “Primera Dama”, ya sea cremas de belleza, botellas de vino tinto, té, almendras garapiñadas con relleno de frambuesa, salchicha de salami curado o rodajas de manzana bañadas en chocolate; aunque se sabe que sus productores no tienen una especial conexión de negocios con la tercera esposa del presidente de los Estados Unidos.
Pero el efecto Melania no solo ha beneficiado a Sevnica. La cercana ciudad de Raka también ha ganado bastante por este golpe del destino.
Allí se encuentra la iglesia de San Lorenzo, una típica basílica eslovena con una cúpula en forma de cebolla, inusualmente grande para un pueblo tan pequeño, en cuya pila bautismal de mármol verde fue bautizada la actual Melania Trump, el lejano día 14 de junio de 1970.
Por parte de madre, todavía quedan en Raka algunos parientes de la exmodelo. Su abuelo fue un granjero que cultivó el orgullo y la alegría de la localidad: un tipo endémico de cebolla roja, el Raska C’bula, que puede ser degustado en Gostliina Tratnik, un restaurante que queda frente a la iglesia.
La campiña de Posavje, donde creció Melania Trump, es una hermosa región sembrada de colinas, surcada por ríos como el Mirna y el Krka, bordeada por bosques de pinos, abetos, robles y hayas.
Aunque ella hace mucho tiempo que no visita la región, a raíz del nacimiento de su hijo Barron, la hija ilustre del pueblo esloveno realizó una donación de 25,000 dólares para que la clínica local se comprara una nueva ambulancia y mejorara la atención a las madres recién paridas.
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