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La Ley Bases ahora depende de siete senadores y Milei apura reuniones con gobernadores y referentes del PRO

La aprobación de la Ley Bases en el Senado se demora más de lo que esperaba el oficialismo porque todavía le falta apoyo para firmar el dictamen y asegurarse de que en la sesión no le desguacen el proyecto de la peor forma: con derrotas en la votación particular. Para ello, el gobierno de Javier Milei necesita encontrar un punto de acuerdo con unos siete senadores, que serán clave.

Tanto en la Casa Rosada como en el comando del Senado, que integran la vicepresidenta Victoria Villarruel y los senadores Bartolomé Abdala y Ezequiel Atauche, entendieron que tendrán que aceptar nuevos cambios a la Ley de Bases y el proyecto de Medidas Fiscales para que se aprueben y vuelvan a Diputados. Quedó claro el último jueves en la reunión de comisiones, cuando no llegaron a juntar las firmas suficientes para dictaminar e ir al recinto en el plazo que pretendían.

Con una mayoría frágil, al filo de los 37 (la mitad más uno del Senado) para aprobar el proyecto, y sin los votos suficientes para aprobar como está cada artículo y/o capítulo, el oficialismo intentará que las modificaciones que haga el Senado y que obligarán a volver todo a Diputados sean consensuadas y no que se den por una votación en contra de algún punto, que puede ser leída como una derrota.

Los votos clave para ello serían los de los siete senadores que apoyan en general pero piden con más insistencia cambios en el articulado: los radicales Martín Lousteau y Pablo Blanco, los "federales" Edgardo Kueider y Carlos "Camau" Espínola, la neuquina Lucila Crexell, la rionegrina Mónica Silva y la porteña Guadalupe Tagliaferri, del PRO.

Ley Bases: ¿por qué los siete senadores podrían ser clave para el Gobierno?

Unión por la Patria tiene 33 de las 72 bancas mientras que La Libertad Avanza cuenta con 7, suma apenas a los 7 del PRO (incluida la tucumana Beatriz Ávila) como los aliados más sólidos y retiene con dificultad a los 13 de la UCR, donde decidieron tras una reunión con sus gobernadores votar a favor en general mientras intentan dirimir las diferencias internas, que expresa principalmente Lousteau.

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A ellos el oficialismo sumaría, en principio, a los dos de Misiones alineados con el gobernador Hugo Passalaqcua; a los tres de Cambio Federal que lidera el experimentado Juan Carlos Romero; los tres de Unidad Federal (donde están Kueider y Espínola, además de la cordobesa Alejandra Vigo); Crexell y Silva, que según supo iProfesional votará a favor en general.

El oficialismo no llegó a juntar las firmas para avanzar con la Ley de Bases y apunta a un grupo de senadores que podrían tener la llave

El kirchnerismo, que necesitaría convencer a solo senadores para rechazar el paquete legislativo completo de Milei, también intenta pescar en esa pecera. En tanto, todos miran a los dos senadores santacruceños que responden al gobernador Claudio Vidal y que mantienen indefinida su posición. En Diputados, este espacio votó en contra de la Ley Bases.

Con ese conteo, el Gobierno necesitará (como plan A) acordar con los siete senadores que integran ese pelotón de 37 los cambios u observaciones. No es una tarea sencilla debido a que algunos de los capítulos más cuestionados por esos senadores son medulares en la Ley Bases, como es el régimen para grandes inversiones (RIGI), muy cuestionado por Lousteau, también por Tagliaferri (cercana al radical) en cierta medida y observado por "federales" como Kueider.

En el proyecto fiscal, el blanqueo enfrenta críticas y lo más cercano al rechazo es la restitución del Impuesto a las Ganancias. Allí la negociación se complica un poco más porque todos los senadores de provincias patagónicas se oponen, lo que obligaría a meter en la suma de los "votos clave" a las dos chubutenses que integran Cambio Federal. Espínola también se opone a la vuelta de ese tributo, como harían además Blanco y Crexell.

Pero además, varios de esos senadores que apoyarían en general integran una o más de las tres comisiones donde se debaten la Ley de Bases y el proyecto fiscal y donde, según supo iProfesional, al oficialismo le estarían faltando por lo menos dos firmas más. Así, también son clave para que haya dictamen la semana próxima, de modo tal que le quede un mínimo margen para avanzar con el tema antes del Pacto del 25 de Mayo que quiere firmar Milei en Córdoba.

¿Cuál es el objetivo que persigue el Gobierno en el Senado?

El desafío central para el oficialismo es que los cambios que sufra el proyecto no sean demasiado bruscos y, sobre todo, que no se den porque alguno de esos senadores vote en contra de un artículo y sume con los 33 votos en contra de Unión por la Patria, que podrían ser 35 si el Gobierno no acuerda con los santacruceños. La ventaja de arranque con la que cuenta es que entre los opositores dialoguistas también quieren evitar ese escenario.

En el radicalismo, por ejemplo, afirman que si bien Lousteau es hoy un voto en duda, tampoco desea quedar "pegado con el kirchnerismo". Una fuente del bloque deslizó a iProfesional que "mientras haya voluntad del Gobierno" intentarán aunar una posición para la votación en general y también en particular.

Los libertarios tendrían la mayoría justa para aprobar el proyecto en general, pero necesitan evitar fugas en la votación de los artículos

Además, el Gobierno aspira a consensuar los posibles cambios también para controlar la mayoría con la que se aprueben, dado que eso determinará la mayoría que necesitará en la Cámara de Diputados para avalar las modificaciones o insistir en la redacción original que se aprobó allí el 30 de abril pasado. Esta segunda posibilidad podría ser la más deseada por el oficialismo.

Para atender todas esas cuestiones, el Gobierno afina la estrategia y busca aceitar acuerdos. En las últimas horas, el ministro del Interior, Guillermo Francos, y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, empezaron a mantener reuniones con gobernadores y referentes del PRO.

Reuniones con gobernadores y nuevo acercamiento al PRO, con un ojo en Diputados

Francos recibió en la Casa Rosada a los gobernadores peronistas de Salta, Gustavo Sáenz, y de Catamarca, Raúl Jalil, pero el encuentro quizás más significativo fue con el rionegrino Alberto Weretilneck, a quien recibió por separado, según contaron fuentes del Ejecutivo a iProfesional. Silva, su senadora, es uno de los votos que el oficialismo necesita asegurarse.

Casi en paralelo, la hermana del Presidente recibió, acompañada por su mano derecha y hoy principal operador parlamentario, Eduardo "Lule" Menem, a un grupo de diputados PRO encabezados por Cristian Ritondo y Silvia Lospennato y al jefe del bloque La Libertad Avanza, Gabriel Bornoroni, con el presidente de la comisión de Presupuesto, José Luis Espert.

Con ese reunión el Gobierno no solo empieza a afianzar su alianza tácita con el PRO sino que además ya parece poner el ojo en el trámite que le esperará en Diputados cuando la Ley Bases y el paquete fiscal regresen. De hecho, Lospennato fue central en las gestiones y la organización del trabajo parlamentario para que los proyectos avanzaran en la Cámara baja.

Las reuniones con Sáenz y Jalil fueron, según señalaron en la Casa Rosada, parte de la tarea política diaria de Francos y tuvieron poco que ver con lo que ocurre en el Senado. Sin embargo, ambos fueron los gobernadores que se expresaron más a favor de varios puntos de la Ley de Bases, entre ellos el RIGI, que hoy es el tema que más traba.

Francos dialoga con gobernadores y Karina Milei conversa con el PRO mientras se espera Ley Bases vuelva a Diputados

Presencias y ausencias el día de la sesión: ¿tiene "plan B" el oficialismo?

Sáenz y Jalil tuvieron hasta ahora poca influencia en los senadores de sus provincias, que forman parte del bloque Unión por la Patria, pero muestran independencia respecto de los gobernadores. Es el caso de la catamarqueña Lucía Corpacci y el salteño Sergio "Oso" Leavy, que se manifestaron en contra de los proyectos del Gobierno.

No obstante, la unidad que hasta ahora muestran los 33 de Unión por la Patria podría verse resentida en la votación particular, según deslizan fuentes parlamentarias que sugieren "seguir de cerca" a los senadores de ese espacio que están más ligados a sus gobernadores o tienen un rol preponderante en las provincias.

Con picardía, en los pasillos del Senado algunos plantean que habrá que mirar bien "si están los 33 sentados o si hay faltazos", dado que las posibles ausencias del lado más combativo juegan a favor del oficialismo. Convencer gobernadores para lograr al menos algún "faltazo" podría ser un "plan B".

Igualmente, el Gobierno también deberá asegurarse que no falte ningún senador que pueda aportarle un voto a favor de la ley. Las fuentes consultadas no descartan que pueda tener algún problema allí y deslizan, jugando al misterio, que alguno de la oposición dialoguista "ya avisó que tiene un viaje planificado".

El debate en comisiones de la Ley de Bases seguirá la semana próxima en el Senado y el gobierno de Javier Milei aspira a cerrar los acuerdos que le faltan con ese puñado de senadores para ir al recinto en la semana del 20 de mayo y llevarse la aprobación, aunque sea con cambios y con vuelta a Diputados. La meta final, es evitar todo lo que pueda ser leído como una derrota.